viernes, 27 de marzo de 2009

¿Se está aplicando realmente el Motu Proprio Summorum Pontificum?.

Basado en una nota de Fides et Ratio, blog español de don Isaac García Expósito, y llevado a nuestra realidad.
El Papa Benedicto XVI quiso con el Motu Proprio Summorum Pontificum restablecer en toda su plenitud el Misal del Beato Juan XXIII, como forma extraordinaria de la Liturgia de la Iglesia.
El Santo Padre hace una reflexión muy atinada en la carta que dirige a los Obispos y que acompaña al Motu Proprio Summorum Pontificum en la que dice lo siguiente:
"Enseguida después del Concilio Vaticano II se podía suponer que la petición del uso del Misal de 1962 se limitaría a la generación más anciana que había crecido con él, pero desde entonces se ha visto claramente que también personas jóvenes descubren esta forma litúrgica, se sienten atraídos por ella y encuentran en la misma una forma, particularmente adecuada para ellos, de encuentro con el Misterio de la Santísima Eucaristía".
Muchos que no tuvimos la suerte de conocer el usus antiquior, gracias al Santo Padre hemos podido encontrar en esta forma litúrgica una manera muy especial de encontrarnos con el Señor.
Quizás esto explique que, como en el caso de Viña del Mar y probablemente en otra parte de Chile, precisamente a donde me quiero referir, a pesar de lo que se pueda pensar, la mayoría de las personas que asistimos a esta Misa, sea gente joven.
Sin embargo las dificultades son muchas, empezando por la renuencia de los sacerdotes a celebrar la Santa Misa según los libros litúrgicos del Beato Juan XXIII, con lo que los fieles nos vemos en dificultades. En Viña, hasta donde se, hay sólo un sacerdote, ¡siendo lo grande que es la diócesis de Valparaíso!, que puede atender con regularidad la Misa Tradicional de los domingos. En el momento que este sacerdote falla, porque tiene que atender su Parroquia, los fieles nos quedamos sin la Misa, a Dios gracias esto aún no ha pasado. Necesitamos contar con más sacerdotes que se animen atender a los fieles, la Misa fructificaría en otros sitios, como ya se ha demostrado.
Los Obispos tienen que hacer, algo más. No es lógico que a teólgos que vienen con sus impiedades y herejías se les abra las puertas de la Iglesia, y por el contrario se le pongan impedimentos a lo que es católico cien por cien.
¿Es justo que a Pagola se le reciba en loor de multitudes, (España) mientras que no se designa a un sacerdote para que atienda a los fieles que siguen la forma extraordinaria de la Iglesia? Y no me vale la escusa del número porque no son/somos cuatro pelagatos. No sabemos si se podrá celebrar el Triduo Pascual, el Padre aún no nos comunica.
Por eso, aunque se haya promulgado el Motu Proprio materialmente encuentra muchas dificultades por su aplicación. Por fas o por nefas, lo cierto y verdad es que no se atiende a los fieles tal como es la voluntad del Santo Padre.
La oposición que no hubo en España (probablemente en Chile pasó lo mismo) para la implantación del Misal de Pablo VI, la encontramos hoy veladamente, contra Benedicto XVI.
Introíbo ad altáre DeiAd Deum, qui laetíficat juventútem meam

sábado, 21 de marzo de 2009

CUARTO DE CUARESMA.

ESTACIÓN EN SANTA CRUZ DE JERUSALÉN
(Doble de 1ª clase - Ornamentos morados).

"En este día bendice el Papa la llamada Rosa de Oro, que simboliza el jardín ameno y aromático de la celestial Jerusalén, del Paraíso de delicias. De ahí los ornamentos de color rosa que hoy se emplean, como también en el Domingo 3º de Adviento. Óyense en este día los acordes melodiosos del órgano, mudo los Domingos anteriores, y el altar se ve engalanado con flores. Así como el Domingo "Gaudete" (Regocijaos) viene en Adviento, animándonos a proseguir con generosidad en nuestra laboriosa preparación a las fiestas de Navidad, así también el Domingo "Laetare" (Alegraos) señala como un descanso en la carrera cuaresmal. La Iglesia quiere que brille en nuestras almas un rayo de alegría, que parte de la iglesia del Calvario esperanza nuestra, para animarnos a perseverar en la lucha contra el demonio, la carne y el mundo, hasta tanto que llegue la santa Pascua."
*
Introito. (Is. 66)
*
Laetare, Jerusalem, et conventum facite, omnes qui diligitis eam: gaudete cum laetitia, qui in tristitia fuistis; ut exsultetis, et satiemini ab uberibus consolationis vestrae.
Ps. 121 Laetatus sum in his, quae dieta sunt mihi: In domun Domini ibimus.
V. Gloria Patri.
*
El Propio de la Misa aquí.

miércoles, 18 de marzo de 2009

Liturgia Eucarística Romana: El Gloria.

En el año 799 Carlomagno va a Roma para recibir de manos del Papa la corona del renovado Imperio Romano. Al acercarse a la Ciudad Eterna, el papa León III sale a su encuentro, le saluda con el “Gloria in excelsis Deo”, cantado por todo el clero que le acompaña. Terminado el canto, el Papa reza una colecta como oración final. Era el modo litúrgico de recibir fuera de las murallas de Roma al futuro emperador. Por este ejemplo, tomado de una época que debe considerarse aún el periodo clásico de formación de la liturgia romana, aparece que también el Gloria, cantado con toda solemnidad, exigía como conclusión una oración sacerdotal.
El Gloria no fue creado para la Misa. Su primer destino fue el de servir a los cristianos de oración matutina, o más en general, como himno de alabanza a Dios. Lo podemos comparar con el “Te Deum” que tiene el mismo origen y las mismas características. Son los dos himnos más antiguos, no sacados de la Sagrada Escritura, sino nacidos del fervor de los primeros siglos; restos de los llamados “psalmi idiotici”, es decir compuestos por los mismos cristianos. Creaciones en general sin arte, pero de un encendido fervor, datan de los tiempos más primitivos. En el siglo IV se levantó una fuerte corriente contraria a tales himnos. Testimonios de esa oposición quedaron reflejado en las actas del Concilio de Laodicea del siglo IV y del IV Concilio de Toledo del siglo VII, que prohibieron se cantasen himnos no inspirados por el Espíritu Santo. De esta prohibición se salvaron el Gloria, el Te Deum y el “Te decet laus”, así como algún que otro himno griego.
Del Gloria primitivo conocemos las siguientes redacciones: una siria, dos griegas (la de las Constituciones Apostólicas y la del códice Alejandrino de la Sagrada Escritura) y tres latinas, a saber, la del antifonario de Bangor, la del antifonario mozárabe de León y la de la liturgia milanesa.
Su incorporación en la Misa
La incorporación del Gloria en la Misa se debe a circunstancias de segundo orden. En primer lugar fueron sus primeras palabras, tomadas de Lucas 2,14, mensaje angélico de paz en el nacimiento del Salvador, las que dieron ocasión para que se cantara primeramente en la Misa de Medianoche de Navidad (o del Gallo). Así lo atestigua, y como costumbre antigua, el “Liber Pontificalis” escrito en Roma hacia el año 530. El mismo libro añade que el Papa Símaco (romano pontífice entre el 498 y el 514) permitió a los obispos entonarlo también en las fiestas de los mártires y todos los domingos. El Gloria pues, se cantaba solamente en las misas solemnes celebrada por el Papa o los obispos, con el fin de solemnizarlas más. Y esta norma prevaleció por muchos siglos. Pero cuando el rito romano pasa al norte de los Alpes, donde había pocas ciudades y por lo mismo pocos obispos, pero en cambio muchas aldeas y pueblos, son los sacerdotes que ejercían la cura de almas los que empiezan a sentir la necesidad de decir el Gloria en sus parroquias.
El camino que se siguió para implantarse fue el siguiente: Primeramente se permitió al simple presbítero cantar el Gloria en la mayor de todas las solemnidades, el día de Pascua de Resurrección. Todavía duraba esto durante el siglo XI, ya que el liturgista Berno de Reichenau se quejaba de que no se le permitiera al simple sacerdote cantar este himno el día de Navidad (Patrología Latina 142, 1058 ss) A fines de ese mismo siglo ya no se hace, en cuanto al Gloria, distinción alguna entre el simple sacerdote y el obispo. También es verdad que tales prescripciones no se observaban con mucho rigor en el territorio de los francos. Un documento del siglo VIII avisa que se suprima el Gloria durante la Cuaresma, lo que nos induce a creer que se decía las demás misas.
El sitio
El Papa entonaba este himno desde su cátedra, mirando hacia el pueblo. El simple sacerdote lo entonaba siempre en el lado de la epístola, como lo han continuado haciendo los cartujos en su rito propio hasta nuestros días. Más tarde por influencias alegóricas, empezaron a cantarlo en el centro del altar.
Aunque la sencillez y la recitación silábica de las primeras y más antiguas melodías del Gloria hacen pensar que el fue el pueblo quien cantaba este himno, no tenemos ninguna noticia en las fuentes más antiguas de que así fuese efectivamente. Eran los clérigos los encargados de su canto, que lo ejecutaban o cantando todos el texto íntegro o alternándole a dos coros. En Roma lo solía cantar la “schola”, institución de tan antigua tradición que bien merecía este privilegio.
Los “tropos”
También en el Gloria se introdujeron los tropos. El más difundido, también en España, era uno en honor de la Virgen que decía hacia el final: “Tu solus sanctus, Mariam sanctificans, Tu solus Dominus, Mariam gubernans, Tu solus Altísimus, Mariam coronans (Tu sólo el Santo, que santificas a María, sólo tu Señor que guías a Maria, sólo tu el Altísimo que coronas a María). A pesar de su antigüedad veneranda y su gran popularidad, fueron todos suprimidos en la reforma del misal de Pío V.
El siguiente capítulo: "La Colecta".

domingo, 15 de marzo de 2009

Los Kyries (II).

...Lo más probable es que durante la mayor parte del siglo VI esta letanía se usase sólo en las procesiones penitenciales.
Lo que sí sabemos es que diciéndose aún entonces en la misa la antigua oración común de los fieles (reinstaurada en el Novus Ordo de Pablo VI del 69) esta acabó asimilada como respuesta a los kyries. Posteriormente San Gregorio Magno, queriendo abreviar la letanía, substituyó la oración común de los fieles por los Kyries en el rito de entrada.
El que no se pusiera en el lugar preciso de la antigua oración de los fieles, es debido a las innovaciones introducidas después del Evangelio, cuando en ese lugar se formó y colocó el ofertorio, como veremos más adelante. Pero también debido a la circunstancia de que al entrar en la iglesia, en el rito de entrada, se cantaba la letanía los días de penitencia.
Al trasladarse la liturgia romana al Imperio carolingio se fija el número de repeticiones del Kyrie y del Christe eleison en nueve por influjo de la desaparecida liturgia galicana deseosa de demostrar en sus ceremonias el misterio de la Santísima Trinidad y determinando que cada invocación se repita 3 veces: triple invocación del Kyrie atribuyéndolo al Padre, triple Christe al Hijo y triple Kyrie al final atribuido al Espíritu Santo. Además determina que se canten los kyries a dos coros.
Esta triple repetición de las tres invocaciones fue reducida a doble repetición en el Misal del 69.
El canto de los kyries en la Edad Media: los “tropos”.
Al enriquecerse en la Edad Media las melodías se introdujeron melismas en abundancia (muchas notas con una sílaba). Este cantar era muy familiar a los pueblos latinos, pero muy desagradable a los pueblos nórdicos. Para hacer desaparecer esta impresión, se introdujeron los tropos: mientras medio coro canta el melisma con una sílaba, el resto recita con la misma melodía una ampliación de los kyries hasta coincidir en la palabra final “eleison”. Al suprimirse en el siglo XV esos tropos sobrevivieron únicamente en los nombres de las diversas misas gregorianas: Lux et origo, Cunctipotens genitor Deus, Orbis factor, etc (las primeras palabras de los antiguos tropos). Ejemplo: Kyrie, lux et origo, eleison (Señor, luz y origen, ten piedad) Kyrie, orbis factor, eleison (Señor, creador del mundo, ten piedad) y así todas.
De todas maneras, por muchos siglos no rezó el celebrante los kyries, como no rezaba otros textos que no fueran propios suyos. En la época carolingia suplía el celebrante este silencio suyo mientras la schola cantaba, con una o varias apologías. Pero cuando estas se suprimieron, empezó el celebrante a rezar los kyries en voz baja, y como solían alternarse entre dos coros, también en el altar los alternaba el celebrante con sus ministros. El modo no era uniforme. Decía, por ejemplo, el celebrante dos veces el Kyrie eleison y los ministros contestaban el tercero.
Tanto en la misa solemne como en la privada el sitio donde se recitaban los kyries no era el medio del altar como acabó consolidándose sino el lado de la epístola, como lo conservaron los dominicos en su rito propio.
Actualmente según el Novus Ordo del 69 el celebrante los recita o canta desde la sede.
El siguiente capítulo, "El Gloria".

martes, 10 de marzo de 2009

La Misa Tradicional es tremendamente adictiva.

Les recomiendo leer lo siguiente, esta tomado de Panorama Católico Internacional.

Las experiencias de Benigno.

Buenos Dias,
Antes que nada, perdon por el off topic, pero como no encuentro forma de abrir un nuevo tema, y este en el cual escribo esta relacionado, escribo aqui.
Mis disculpas al moredador si me equivoque en el lugar.
La cuestion es la siguiente, ayer domingo participe de la primera misa en latin de mi vida, la misma fue llevada a cabo en la parroquia de mi ciudad (Ing Maschwitz) lugar en donde a partir de este domingo y por orden de Monseñor Sarlinga (de la Diocesis Zarate Campana) se celebrará Misa en Latin cantada segun la liturgia tradicional.
El canto lo dan un grupo de monjas (de las cuales no puede averiguar la congregación) pero que se estan instalando en el pueblo.
Voy a lo concreto, si bien en este foro yo, no digo que ataque ni critique a la misa tridentina, sino que dije que no estaba de acuerdo en llamar a la nueva una herejia (postura que aun mantengo) debo reconocer, nobleza obliga, que realmente disfrute mucho de esta Misa, en particular el momento en que recitamos el credo (con toda la simbologia, el arrodillarme al mencionar la encarnación y la señal de la cruz al final), no me averguenza decir que me conmovio hasta las lagrimas, y debo añadir ademas que el hecho de comulgar de rodillas y de esperar por la comunion, me causo un gran impacto.
Todo coronado por la celestial voz de las hermanas que cantaron de mil maravillas. Finalmente creo yo que el hecho de que en la Iglesia no fueramos mas de 30 personas, le dio a la cereminia un tinte, no digo familiar, pero si muy intimo, ayudado por las caracteristicas del Templo (el cual solamente estaba iluminado por las velas y la luz del sol).
Trate de participar de la ceremonia utilizando una Liturgia de Misa que baje del sitio Stat Veritas, pero salvo por la parte del Credo, todo el resto de la liturgia fue diferente, y me perdi bastante. Es asi que pido a los aqui presentes si alguien puntualmente:
1) Me puede pasar algun link para bajar la liturgia de la misa cantanda o en su defecto decirme donde puede ser que vendan algun misal.
2) Me puede informar sobre algun sitio o link en donde hable de las diferentes tipos de misas.
Finalmente, espero ansioso al proximo domingo para poder participar de la nueva celebración, de hecho ya hice arreglos para asistir con mi madre, quien ante la novedad me pidio asistir.
Benigno
PD: dejo mi correo para ver si me pueden mandar datos:
fruso1978@yahoo.com.ar
Muchas gracias.
*
Comentario:
Mucho cuidado Benigno. No sabe Vd. dónde se está metiendo. El hombre moderno ha perdido ya la noción de los Sagrados Misterios y la Misa Tridentina reaviva impetuosamente los rescoldos del catolicismo más adormecido y produce una verdadera conmoción que inflama el alma. A poco que se descuide quedará completamente subyugado por el Misterio de la verdadera Misa católica y no podrá ya conformarse con sucedáneos de ningún tipo.

jueves, 5 de marzo de 2009

Los Kyrie (I).

El Introito o canto de ingreso es la primera y más antigua pieza del rito de entrada. Es la salmodia que abre la función religiosa, y como tal, lo mismo que las lecturas y las letanías, exige que se la cierre con una oración sacerdotal. Pero esta conclusión no es tan rotunda y hermética como para que no se le puedan añadir otros elementos litúrgicos, como de hecho sucedió con los que ahora vamos a estudiar: los kyries.
Kyrios (Señor) era el título que se daba a personas de quienes se creía habían llegado a dioses y cuyo culto podía hacer partícipes a los hombres de una felicidad semejante. San Pablo utiliza esa denominación para hacer ver a los neocristianos que el verdadero Kyrios (el hombre también verdaderamente Dios) es Cristo.
Los kyries (Señor, ten piedad) constituyen el único elemento griego del ordinario de la Misa, no porque sea un resto de la época en la que la liturgia romana se celebraba en griego sino porque se tomó posteriormente de ritos orientales tras la impresión que había causado entre los occidentales este nuevo modo de orar en común usado en Oriente. Por eso lo adoptaron sin apenas cambiarlo.
En Oriente aparece el “Kyrie eleison” por vez primera a fines del siglo IV. La peregrina hispana Eteria cuenta de la liturgia de Jerusalén que mientras el diácono decía los nombres de cada uno de las personas por las que se rezaba a modo de letanías mientras los niños respondían continuamente Kyrie eleison con voces infinitas.
Ya las Constituciones Apostólicas (Const. Apost., VIII, 6.9) de esta misma época, dan el texto de estas letanías, siendo el primer documento que reporta el texto litúrgico ya formado.
Pero lo verdaderamente interesante es conocer las razones que movieron al Occidente a hacer suya esta plegaria sin traducirla.
La primera noticia que tenemos sobre los kyries en Occidente es el canon 3 del Concilio de Vaison del año 529. El occidente católico había sufrido durante la última centuria nada menos que cuatro invasiones de los bárbaros. Cuatro veces en menos de cien años los germanos y los hunos habían devastado a Italia. La Iglesia occidental gemía pues bajo el yugo duro de los bárbaros y también del arrianismo, religión de la mayor parte de los pueblos germánicos y que precisamente niega el “Señorio divino” de Cristo. Fue precisamente San Cesáreo de Arles, uno de los padres del Concilio de Vaison, quién más persecuciones tuvo que sufrir de los reyes arrianos. Cantar “Kyrie eleison” refiriéndose a Cristo es afirmar su naturaleza divina: es una profesión de fe antiarriana.
Junto a esta cuestión teológica debemos recordar además que los católicos de Occidente miraban con nostalgia y algo de envidia hacia Oriente donde en el año 517 subía al poder un emperador católico, Justino, quien ayudado por su pariente Justiniano, echaba los cimientos de una nueva edad de oro para el Imperio bizantino.
Sea como fuere y según el canon del concilio de Vaison, la letanía de los kyries debió introducirse en la liturgia romana hacia el año 500 pero no directamente para la misa. En efecto, entre los textos litúrgicos aislados de la Misa que conservamos, encontramos la “Deprecatio Gelasii” (492-496) atribuida al Papa Gelasio.Tal letanía se rezaba de la siguiente manera: uno de los clérigos indicaba la contestación al pueblo, después se invocaba a la Santísima Trinidad y venían 16 intenciones (por la Iglesia, los sacerdotes, la paz, las cosechas, los fieles…) a las que se contestaba con el Kyrie eleison. A partir de la 15 la respuesta era “Praesta, Domine, praesta” (Concédelo, Señor, concédelo) terminando con “Domine, miserere” (Señor, apiádate)...

domingo, 1 de marzo de 2009

Primer Domingo de Cuaresma.

ESTACIÓN EN SAN JUAN DE LETRÁN, (Doble de 1ª clase - Ornamentos morados).
*
"Por este Domingo empezaba en tiempos pasados la Cuaresma (Caput Quadragésima), y su importancia era grande, pues la Estación se celebraba en la basílica de San Juan de Letrán, centro religioso del mundo entero. Toda la Liturgia de este domingo es una exhortación a la confianza plena en Dios. El introito, gradual, ofertorio y comunión, están inspirados en el Salmo de la confianza "Qui hábitat in adjutório Altíssimi" Salmo que cantado enteramente en el tracto de la Misa, inspirará los responsorios breves y versillos de toda la Cuaresma, dándonos alientos a sostener con valentía el buen combate. - Además ¿no es este combate mismo, la lucha de Jesús que se prolonga continuamente en nosotros? Esto sin duda alguna es lo que la Iglesia quiere darnos a entender, al mostramos en el Evangelio de hoy a Jesús luchando denodadamente con Satanás al prepararse para su vida de ministerio público. Es su misión peculiar derrotar al demonio, como nos dirá en el Evangelio del sábado de Pasión; y al mostramos la escena presente, quiere que veamos el fundamento en que se ha de basar nuestra confianza en medio de la lucha"...
*
INTROITUS
Invocábit me, et ego exáudiam eum: erípiam eum, et glorificábo eum: longitúdine diérum adimplébo eum. Ps. Qui hábitat in adjutório Altíssimi: in protectióne Dei caeli commorábitur. Gloria Patri.
*
Introito
Me invocará el justo y yo le oiré; le libraré y le glorificaré; le llenaré de dilatados días. Ps. El que descansa bajo la guarda del Altísimo, estará bajo la protección del Dios del cielo. V. Gloria al Padre.
*
Obtenga los Propios del Primer Domingo de Cuaresma aquí.